Ejercicio para recobrar la salud mental y la estabilidad emocional
Profesora Marsha Cuadra, al centro de la foto, junto a dos estudiantes de Psicología en Contextos Multiculturales. 
Por
Josselyn Flores
Publicado

Aportando al desarrollo psicosocial de la comunidad universitaria

En URACCAN recinto Bluefields, los psicólogos continúan aportando a la estabilidad emocional de la población. En esta ocasión, la Licda. Marsha Cuadra, docente de Psicología, diseñó el ejercicio “Ahora es cuando me necesito más que nunca”, cuyo objetivo es llevar a la persona a la reflexión consciente sobre aquellas situaciones que están afectando su salud mental y su estabilidad emocional. (Ejercicio al final de este artículo).

Este proyecto se realizó bajo el lema “Cuidar de mi salud mental, es cuidar mi alma”, (frase del pastor norteamericano Joel Austin), e identifica todo aquello que está interfiriendo negativamente en la vida de alguien y que no le permite concentrarse en sus fortalezas para poder sobrellevar una situación en particular.

Este entrenamiento mental es realizado con el propósito de “pasar un momento conmigo mismo mediante la autorreflexión para conectarme con mis recursos psicológicos que favorecen mi desarrollo personal”.

“Los pasos son sencillos, solo se deben hacer realmente a conciencia y desear que el cambio lo lleve a enfocarse a estar bien”, aseguró la docente.

La psicóloga explicó la manera en que se debe hacer este ejercicio. “El primer paso consiste en hablar con uno mismo, al hacer esto uno puede llegar a crear esa autoconciencia y acercarse a lo que le está afectando, de igual manera reconocer sus fortalezas mediante esa plática interior”.

“El segundo paso es identificar todas aquellas ideas erróneas que irrumpen de manera negativa en nuestro pensamiento; cada paso está diseñado de manera que se pueda estar platicando con uno mismo, porque ese es el propósito: empezar a hablarnos a nosotros para poder llegar al fondo de las cosas que nos están haciendo daño; de esta manera planteamos al final una frase motivacional que refuerza todos aquellos valores que el ser humano tiene dentro pero que necesita conexión con los mismos para desarrollarlos y así cosechar una actitud positiva frente a la vida y diferentes situaciones; de igual manera fortalecer el espíritu, sabemos que la fe contribuye a mantener al ser humano conectado con el ser que nos da la vida y nos resguarda de todo mal”, reflexionó Cuadra.

Realización del ejercicio, paso a paso

A través de los siguientes pasos podré contribuir al fortalecimiento de mi salud mental. Para lograrlo me aseguraré de desconectarme de mi celular y lo que me distraiga; buscaré mi lugar de tranquilidad y seguiré de manera consiente lo siguiente (repito en mi mente):

1. Este momento es mío…

2. Me doy el permiso para leer esto…

3. Y comienzo ahora…

4. Tres veces consecutivas: inhalo 1, 2, 3, 4, 5 (segundos) y exhalo 1, 2, 3, 4, 5 (segundos).

5. Me recuerdo que es importante ejercitar mi respiración antes, durante y después de un evento que me causa malestar.

6. Me felicito: “¡Qué bien lo he hecho!”

Ahora trabajaré los pensamientos intrusos, es decir, todos aquellos que irrumpen en mi mente, interrumpen mi tranquilidad y alteran mi estabilidad emocional. Pasos:

1. Pienso en los o ellos, trabajo uno a la vez (los pensamientos negativos o intrusos).

2. Los identifico, los escribo o simplemente los recuerdo.

3. Reconozco hasta qué punto me afectan (del 1 al 10) y le doy un valor.

4. Me pregunto: “¿Qué me hacen sentir?” (Le doy nombre a mis emociones, sentimientos).

5. Ahora, me hago la pregunta: “¿Por cuánto tiempo me van a afectar?” “¿Es necesario que me afecten tanto?”

6. Me propongo: es hora de reducir la vida útil de esos sentimientos y emociones negativas.

7. Reemplazo los pensamientos negativos con pensamientos positivos: pienso en ellos y los traigo a mi mente

8. Repito lo siguiente:

“Soy bendecido(a), próspero, redimido, perdonado, talentoso, creativo, seguro, disciplinado, enfocado, preparado, calificado, motivado, valioso, libre, determinado, equipado, capacitado, aceptado y aprobado. Soy hijo de Dios todopoderoso. Me convertiré en todo lo que fui creado para ser, en el nombre de Jesús. ¡Amén!” (Pastor Joel Austin, 2020)

9. ¡Adelante! ¡Mi vida continúa! ¡Tengo mucho más de mí para seguir!