Con la participación de coordinaciones, responsables de áreas y estudiantes de la Residencia Universitaria de URACCAN recinto Nueva Guinea, se realizó el acto oficial de inauguración de la bodega de cocina y un comedor de 6 metros cuadrados, construida con fondos del 6% institucional y el esfuerzo de la comunidad universitaria con fondos propios.

La actividad se desarrolló en el espacio de la construcción, donde se hizo remembranza de los esfuerzos para mejorar la infraestructura de este recinto universitario y cómo el personal y su estudiantado han sido fundamentales, tanto con sus aportes económicos, como de trabajo.

En este sentido, el Ph.D. Eugenio López, vicerrector del recinto, se refirió a la obra asegurando que “este fue un proyecto emblemático con el Consejo Nacional de Universidades (CNU), para que tuviéramos la oportunidad de que estudiantes de las áreas geográficas alejadas pudieran venir a estudiar aquí y estar de manera permanente”, recordó, refiriéndose a la construcción de la Residencia Estudiantil del recinto.

Por su parte, la maestra Consuelo Blandón, secretaria académica del recinto, expresó que este proyecto “es un sueño hecho realidad, donde además de contar con un comedor para nuestros estudiantes, se tiene una bodega para el resguardo de los alimentos de una manera muy sana; lo que ayuda al bienestar del estudiantado que reside permanentemente”, dijo.

Más de 40 estudiantes se albergan en la Residencia Universitaria

De acuerdo con la maestra Iveth Blandón, inspectora de la Residencia Universitaria, “atender al estudiantado es darle seguimiento en alimentación, rendimiento académico, acompañamiento en las aulas de clases, y es bueno contar con un espacio de comedor donde los muchachos pueden realizar sus tareas, la convivencia entre ellos”, aseguró la maestra.

En este sentido Rolando Pérez, estudiante residente, que viaja desde las comunidades remotas del Castillo, Río San Juan, y quien ha estado becado durante los 4 años que lleva de la carrera, asegura que “el espacio de la residencia ha venido mejorando, el comedor antes lo teníamos en el espacio de adentro pero es un espacio pequeño donde no podíamos comer todos, ahora gracias a Dios se construyó este nuevo comedor más amplio, con más mesas, donde podemos comer todos al mismo tiempo  y además se cuenta con espacio de estudio”, comentó.

La construcción, tanto del comedor, como de la bodega, tuvo un costo económico de C$482,940.50 córdobas, de los cuales C$450 mil córdobas fueron de fondos del 6% constitucional y C$32,940.50 córdobas con fondos propios.