Luchas históricas afrodescendientes contra la xenofobia, la discriminación y la violencia
Maestra Grace Kelly, coordinadora del Instituto de Medicina Tradicional y Desarrollo Comunitario (IMTRADEC), y miembro de la Comisión Afro de URACCAN.
Por
Ricardo Guzmán
Publicado

Acciones para transformar las realidades que viven los pueblos afrodescendientes

La segunda mesa temática del IV Coloquio Internacional de Afrodescendientes, titulada “Vivencias y estrategias de luchas de los pueblos afrodescendientes contra el racismo, la xenofobia, la violencia y otras formas conexas de intolerancia”, reunió a cuatro importantes pensadoras y activistas afrodescendientes, quienes intercambiaron las experiencias de sus países respecto a los avances y desafíos que enfrentan actualmente en su lucha por transformar las realidades que viven sus comunidades.

Experiencia de la Sociedad Afro Caboverdeana

En el orden de sus exposiciones, inició Miriam Gomes, de Argentina, quien afirmó que las circunstancias actuales (pandemia COVID-19) han desnudado las carencias históricas y desigualdades que enfrentan los pueblos afrodescendientes, los cuales viven en situaciones de desventaja y marginación. Por ello, afirmó “debemos cuidar la salud física y mental de nuestra gente, y seguir organizando las demandas de nuestras comunidades”.    

Gomes, quien es miembro de la Sociedad Afro Caboverdeana, explicó que el pueblo afrodescendiente argentino se conformó a partir de tres oleadas migratorias. El primer grupo corresponde a la época colonial, cuando los europeos llevaron al país sudamericano a africanos en condición de esclavos. El segundo grupo está representado por marineros que llegaron de Cabo Verde, África, en el siglo XIX. Y el tercer grupo, más reciente, está constituido por migrantes africanos que llegaron a Argentina por consecuencias del colonialismos, el neocolonialismo o huyendo de la guerra en sus países.   

Entre sus logros, Gomes resaltó la formación de movimientos sociales, organizaciones y grupos, todos de origen afro, que articulan acciones para hacer frente a la xenofobia, el racismos y la discriminación que viven en su país. Sin embargo, aclaró la ilustre pensadora, aún hace falta diseñar políticas públicas centradas en la comunidades afro, en sus necesidades, enfocadas en subsanar las desigualdades que cargan desde la colonia hasta la actualidad, pues el sistema estatal argentino las sigue invisibilizando y condenándolas al silencio y el olvido de sus demandas.

Avances y desafíos de la comunidad afrocolombiana

Representando a la comunidad afrocolombiana, participó la destacada abogada y activista Matilde Maestre, quien a través de su enérgica voz y su firme voluntad compartió la experiencia de los espacios que han conquistado en su país, pero también los desafíos que todavía enfrentan. Aunque en el ámbito jurídico colombiano están reconocidos los derechos de las comunidades afrodescendientes, estos no han alcanzado su dimensión práctica.    

Entre su contundentes reflexiones, Maestre afirmó que “desde un escritorio no se hacen políticas públicas para la población que vive en los territorios más alejados”, máxime cuando se desconoce su realidad. Y he ahí donde incide su trabajo, brindando acompañamiento, asesoría, seguimiento a las propuestas de ley y políticas que afectan a las comunidades. Para ello promueven procesos de consulta y participación.

Maestre criticó fuertemente el racismo pasivo en el contexto del Decenio Internacional para los Afrodescendientes, impulsado por las Naciones Unidas, pues muchos gobiernos lo han incorporado a sus agendas, pero no han apoyado a las comunidades afro. Y eso “tambien es racismo”. Si los organismos internacionales no incorporan las agendas de los pueblos afrodescendientes, eso “también es racismo”. Y es que el racismo, la xenofobia y la violencia se presentan bajo distintas apariencias, como en un mapa de silencios.

Representación de URACCAN: experiencias desde la Comisión Afro

URACCAN, que junto a Avocenic (Afro's Voices Center of Nicaragua), es anfritriona de este importante evento, fue representada por la maestra Grace Kelly, coordinadora del Instituto de Medicina Tradicional y Desarrollo Comunitario (IMTRADEC), también miembro de la Comisión Afro, cuya voz reflexionó en torno a experiencias vividas desde las aulas de clase.   

Kelly comenzó abordando el “dolor histórico” del pueblo afrodescendiente en contraposición al “cáncer social” que golpea la integridad humana. Por eso, desde URACCAN, se promueve la cultura, tradiciones y lengua de la comunidad creole y garífuna. Ella recordó que la fundación de URACCAN partió de la iniciativa, en su mayoría, de personas afrodescendientes.  

En ese sentido, la Comisión Afro de URACCAN en el recinto Bluefields se pensó y fundó como un “centro de estudios especializados en la población negra, en su trayectoria formadora y transformadora en la Costa Caribe de Nicaragua”.

Retos y perspectivas del pueblo afroecuatoriano

La última participación estuvo a cargo de la gestota cultural ecuatoriana Jimena Ayovi, quien además es diseñadora de modas, activista social y política. En su país, aseguró Ayovi, “no se cuenta con políticas públicas y afirmativas que permitan al pueblo afro desarrollarse plenamente”. Y, como en muchas naciones latinoamericanas, en Ecuador se reconocen constitucionalmente los derechos de las comunidades afrodescendientes, pero no hay acciones concretas que garanticen el cumplimiento de los mismos.

Ayovi enfatizó en el legado de Martin Luther King y su lucha por los derechos afrodescendientes, lo cual debe alentarnos a continuar con pasos firmes. Asimismo, lamentó los brotes recientes de xenofobia, discriminación y violencia a lo largo del continente americano. Ahora mismo, 5 adolescentes afrocolombianos fueron asesinados brutalmente, hecho que debe movernos a acciones concretas.

No obstante, también hay logros significativos, alentó Ayovi, pues “nuestros artistas y deportistas han jugado un papel fundamental en el reconocimiento de los derechos afros y su cultura”. En ese sentido, relató la experiencia de Ecuador cuando clasificó al mundial, lo cual propició “un cambio en la percepción hacia el pueblo afro”. Aún falta, concluyó la activista, la efectiva inclusión laboral y tejer una gran red afrodescendiente latinoamericana