Con amplia participación estudiantil en sus distintas modalidades, esta Universidad Comunitaria Intercultural ha iniciado su nuevo ciclo académico bajo un protocolo de seguridad que hace frente a la COVID-19 y que se ajusta a las realidades de la Costa Caribe de Nicaragua.

Para el PhD Eugenio López Mairena, vicerrector del URACCAN en Nueva Guinea, “al regresar e integrarnos nuevamente a clases, estamos haciendo eco a lo orientado por el Ministerio de Salud”.

En ese sentido, el vicerrector asegura que, como primera acción, se han “colocado lavanderos con agua y jabón suficiente para que toda la comunidad universitaria pueda hacer uso” y se están desinfectando las unidades de transporte de las que hace uso el personal y el estudiantado.

Por su parte, la responsable de Recursos Humanos del recinto, maestra Raquel Pérez, sostiene que la principal respuesta a la pandemia está en uno mismo; por ello la universidad también apela a que todo “el personal y toda la comunidad universitaria continúen aportando responsablemente a esa prevención”.

Acciones que transmiten seguridad y confianza 

Byron Martínez López, estudiante del segundo año de Medicina Veterinaria, afirmó que “el retorno se ha desarrollado normalmente en cada aula de clase, pero con las medidas de prevención como el distanciamiento de un metro en las aulas, el cambio de horarios de recesos, un grupo primero otros después, así como al ingresar hacerse lavado de manos”.

Para Aryeris Pineda, de segundo año de Contabilidad, el trabajo de prevención se nota desde “la señalización de colocación para la hora de lavarse las manos, las posiciones de los pupitres en los salones de clases”, lo cual los universitarios valoran como importante.