Equipo de URACCAN acompaña a Gobierno Territorial en proceso de creación de área protegida en Awaltara
Con el consenso de los comunitarios se determinó el perímetro de la reserva por encima de 140,000 hectáreas.
Por
Josselyn Flores
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Promoviendo esfuerzos colectivos para proteger la biodiversidad de las Regiones Autónomas

URACCAN, a través del Instituto de Recursos Naturales, Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible (IREMADES), y el Proyecto Tapir Nicaragua realizan un diagnóstico comunitario en el territorio de Awaltara, como parte de las iniciativas ambientales y de protección a la biodiversidad de la Costa Caribe. Por ello, esta casa de estudios conformó un equipo que acompaña al Gobierno Territorial en el proceso de creación de una reserva biológica en Awaltara.

Entre los primeros avances alcanzados fue la aprobación del perímetro de la reserva, lo cual se hizo en conjunto con líderes comunitarios de las dieciséis comunidades del territorio en una asamblea realizada en la comunidad de Siawas.

Según Juan Mendoza Espinoza, asistente de campo de Proyecto Tapir Nicaragua, “participamos de esta asamblea en la que se aprobó el perímetro de la reserva por encima de 140,000 hectáreas; ante ello y en ese proceso de creación, se debía hacer un diagnóstico para describir las problemáticas ambientales y condiciones actuales en que se encuentran las comunidades”.

En ese sentido, la maestra Xiomara Treminio, coordinadora del IREMADES, manifiestó que ahora continúan en el proceso de investigación y trámites legales con las diferentes instancias, así como el acompañamiento al territorio en busca que se decrete la zona como un área protegida y de conservación territorial”.

Otras acciones: Una campaña edu-comunicativa desde el ICI

Entre las acciones que están realizando para la conservación del tapir y la creación de la reserva, se está trabajando con el Instituto de Comunicación Intercultural (ICI) de URACCAN, una campaña edu-comunicativa dirigida a niños, jóvenes y adultos.

“Además de esta campaña, vamos a realizar experimentos con cultivos, estudios ambientales y apoyo en los patrullajes de guardabosques que ya están conformados en el territorio”, aseguró Treminio.

Diagnóstico basado en entrevistas y grupos focales

Se visitó nueve comunidades del territorio, las cuales están dentro del perímetro del área de reserva, cuatro comunidades río arriba; Angloamerica, Company Creek, Guadalupe y La Esperanza; así como cinco comunidades río abajo: Karawala, Kara, Walpa, La Barra y Sandy Bay Sirpi.

El trabajo consistió en realizar entrevistas a los comunitarios y grupos focales para tener insumos que permitieran en las próximas etapas la zonificación de la reserva.

“Los comunitarios nos respondieron de una manera aceptable, pues están conscientes de que esta reserva les ayudaría a frenar la amenaza por invasión de terceros y problemáticas ambientales que enfrentan”, explicó Mendoza.

Pasos para creación de la reserva

Según Mendoza, es necesario “Hacer un recorrido por el área para conocer los ecosistemas que están presentes, el estado de conservación de estos, las comunidades e identificar cuáles son las zonas de usos que ellos tienen para extracción de madera, pesca, caza y agricultura”.

“En esta primera etapa buscamos tener una reserva de orden territorial; en etapas posteriores del proyecto se espera tener una categoría de conservación a nivel nacional”.

La meta a largo plazo es continuar y avanzar hacia la región de la Costa Caribe Norte, en los territorios Prinzus para llegar a tener una reserva de unas 300,000 hectáreas, que sería comparable en extensión a la reserva de Indio Maíz”, finalizó el técnico del Proyecto Tapir.