El caso de las familias creole en el Triángulo Minero: una mirada patrimonial y cultural del pueblo afrodescendiente
Este artículo, así como todos los frutos que surgieron de esta investigación, están disponibles en los recintos, extensiones y página web de URACCAN. 
Por
Ricardo Guzmán
Publicado

Una aventura intercultural que pone en diálogo horizontal la rigurosidad científica con el arte de narrar.

La investigación de Neylin Calderón y Yulmar Montoya sobre las familias creole que viven en el Triángulo Minero constituye, además de un profundo estudio CCRISAC, una aventura intercultural que pone en diálogo horizontal la rigurosidad científica con el arte de narrar.

Y es que durante un proceso investigativo CCRISAC (Crianza y Cultivo de Sabidurías y Conocimientos) todos los elementos tienen algo importante que comunicar, desde el paisaje y las estructuras, hasta los momentos y las personas. Por ello, desde este modelo propio de la URACCAN, el investigador aprende a callar y a permanecer atento a lo que la comunidad y la naturaleza desean comunicarle.

Sin embargo, al momento de presentar los resultados de la investigación, los autores deben ajustarse a requerimientos metodológicos y, por razones de espacio, gran parte de esa riqueza vivencial solo queda registrada en la memoria o en fuentes poco conocidas.

A la luz de estas ideas, el lector podrá comprender por qué lo que inició como un proyecto de tesis de maestría de ambos investigadores de la URACCAN, se presenta aquí como un artículo científico, publicado en la Revista Ciencia e Interculturalidad, Volumen 25, con el título “Prácticas comunicacionales desde las vivencias del Pueblo Afrodescendiente”.

No obstante, esta sola publicación, representa una intensa muestra de sabor a todo lo que el lector disfrutará al acceder a la tesis de maestría completa, a la “Guía de comunicación Intercultural sobre las vivencias, los haceres y el simbologismo de las familias creole del Triángulo Minero”, y a la recopilación de “Relatos e historias de las familias creole del Triángulo Minero”.   

El retorno a los orígenes: ¿cómo las familias creole conservaron su cultura, su lengua y sus tradiciones?

Esta investigación surgió, según sus autores, de la necesidad de visibilizar las vivencias de las familias creole que habitan en los municipios de Siuna, Rosita y Bonanza desde 1945. Y es que el pueblo Creole, de origen afrodescendiente, ha habitado históricamente en la Costa Caribe Sur, pero, por circunstancias particulares que registraron ambos investigadores, algunas familias de esta etnia migraron hacia la Costa Caribe Norte.

Al migrar al Triángulo Minero, donde predominan los mestizos y, en menor medida, las étnias miskitas y mayangnas, y donde el proceso de modernización era acelerado para la época (y lo es aún en día), los investigadores se preguntaron: “¿Cómo las familias creole conservaron su cultura, su lengua y sus tradiciones?”

Esta pregunta representó para Neylin Calderón y Yulmar Montoya un bucle infinito, el cual pudieron romper y comprender solo hasta que se aproximaron a la realidad de estas familias y convivieron con ellas.

La respuesta, tan sencilla como profunda, radicaba en dos características muy particulares y atemporales de dicho pueblo: su timidez y su orgullo. Gracias a ellas han desarrollado un elevado sentido de preservación de su cultura, de su lengua y de sus tradiciones.

Vivencia de una comunicadora intercultural

Aquel mediodía de 2017, la ahora máster Neylin Calderón viajó hasta el municipio de Rosita, rumbo a la comunidad de Bambana, donde le informaron que vivían don Clintan Garth y Mr. Maní. Pero la dirección era incorrecta y tuvo que pedir “ride” a un motociclista desconocido, pero quien amablemente la acercó al lugar y le dijo, señalando con su índice:

- “Ve por aquella calle, al final encontrarás un puente de hamaca, al otro lado viven las personas que buscas”.

El samaritano desapareció a lo lejos. Y frente a Neylin se abría un nuevo camino que se alargaría seis kilómetros a pie. Bajo sol y polvareda, el peso de su mochila se triplicaba. Llegó al puente de hamaca, al cual le faltaban tablas, que se mecía como jugando tenebrosamente y que crujía a cada paso, mezclando en Neylin los fuertes nervios con el vértigo y la emoción de haber llegado.

Al cruzar el puente, Mr. Maní sostenía un vaso de agua fresca, como si supiera que Neylin iba a llegar. Ahí comenzó esta historia.

El papel de URACCAN en la investigación CCRISAC

Según Yulmar Montoya, director del Instituto de Comunicación Intercultural de URACCAN, la filosofía y política de esta institución radica en visibilizar a los pueblos de la Costa Caribe, en promover su cultura y tradiciones, en revitalizar sus lenguas, en impulsar el desarrollo regional con identidad. A partir de ello, todos los procesos educativos de URACCAN, como la Maestría en Comunicación Intercultural, promueven investigaciones sobre los grupos étnicos, pero desde una perspectiva propia (CCRISAC), donde las comunidades son protagonistas del proceso y los resultados de investigación.

En ese sentido, parte del trabajo que debían hacer los investigadores, era solicitar el permiso de los mayores y mayoras, con el compromiso de devolver a las familias creoles las cosechas que ellas mismas ayudaron a cultivar con su sabiduría ancestral.

Y he aquí, a través de estas publicaciones que la URACCAN pone a disposición del público en general, que Yulmar Montoya y Neylin Calderón rinden tributo a las familias creole que dejaron su pueblos de origen para buscar vida en otras tierras, pero llevando en sí su cultura, sin renunciar a ella, sino más bien reafirmándola orgullosamente.

Este estudio, cuyos frutos pueden encontrarse en todos los recintos y extensiones de URACCAN, así como en su página web, demuestra que con el CCRISAC ninguna investigación será monótona ni rígida metodológicamente. Al contrario, será un constante caminar sobre la magia de la palabra de nuestros ancestros.

Esta investigación se ofrece como una ola descubrimientos sobre seres humanos y lugares que nunca dejarán de maravillarnos.