La vida en el internado de URACCAN

Por: José Garth Medina

Vivir la interculturalidad en el internado de URACCAN es una de las experiencias más ricas que viven los estudiantes mestizos, indígenas y afrodescendientes que comparten sus vivencias durante cada año académico. La URACCAN ofrece servicio de internado para las y los estudiantes que viven en zonas alejadas a los recintos universitarios, garantizando la inclusión de todas y todos en la educación superior con pertinencia.

Harold Gutiérrez, mestizo; Maria José Robins, Mayagna; Jesica Marisol Jonathan, miskita; nos expresan sus vivencias en el internado y la travesía que hacen para salir de sus casas y llegar a URACCAN, en su recinto Las Minas, para seguir el sueño de coronar una carrera profesional.

Harold Miguel Gutiérrez Ruiz, estudiante del primer año de Ingeniería en Sistemas, originario del casco urbano de Rosita, tiene 17 años y es mestizo, y narra que lo primero que hace en su casa para retornar al internado es preparar sus maletas. Decidió estudiar Ingeniería en Sistemas en URACCAN, porque "es la universidad de más prestigio que hay aquí y por su calidad", comenta, pero también porque le queda más cerca, a unos 70 kilómetros de su casa en Rosita.

Nuevos aprendizajes

“Voy a un cambio rotundo en lo personal, empezar a conocer a personas nuevas a convivir con personas diferentes, poder compartir con otras etnias, con personas que no tienen misma forma de pensar y muy distinta que la de uno”, comentó Gutiérrez.

Para Gutiérrez, pasar aquí en el internado es bastante alegre porque conoce a más gente, escucha las otras lenguas que se hablan e intenta interpretarlas. Lo más difícil para Harold fue haber dejado su casa, su familia, "dejar largo a mi mamá, pues yo pasaba solo con ella, perder a mis amigos, y lo más difícil ha sido alejarme de mi familia", comparte. Además menciona que lo más importante "es que mi madre me decía que todo el esfuerzo que estamos haciendo, ella y yo, va a tener un buen fruto y es la coronación de mi carrera", añade. 

Por su parte, María José Robins Jacobo, es una estudiante de primer año de Ingeniaría en Sistemas, indígena Mayagna, tiene 17 años y es originaria de la comunidad de Sakalwas, en Bonanza. Llegó a URACCAN porque desde chiquita le gustó la carrera. Su experiencia en el internado de URACCAN es muy buena ya que conoció más gente, aprende sobre nuevas culturas y hace más amigos.

Para llegar a Siuna tiene que salir de su comunidad a las 7:00 a.m. en un taxi hacia Bonanza, luego tomar un bus que sale para Managua a las 10:00 a.m. que tarda tres horas para llegar a Siuna, donde está el internado. Además comenta que durante este segundo semestre tiene un enorme reto y es pasar las asignaturas que les toca ver, porque le han dicho que son asignaturas fuertes, pero con su esfuerzo sabe que saldrá adelante.

Asimismo, Jesica Marisol Jonathan Mairena de 24 años, es originaria de Layasicksa II, jurisdicción de Rosita, miskita, estudia el segundo año de enfermería Intercultural y vive en el internado de URACCAN en Siuna. Jonathan recuerda que cuando llegó por primera vez se sentía muy triste, en los primeros seis meses le faltaba su familia, sus amistades, "pero ahora ya me siento bien feliz tener otros amigos", comparte, además comenta que es miskita pero entiende el español y eso le ha ayudado para poder relacionarse con sus otros compañeros del internado. 

Compartiendo con diversas culturas

“Como la universidad es intercultural, entonces nosotros tenemos que tener relación con diferentes personas y culturas, yo soy miskita y puedo aprender a hablar mayagna y el español” comenta Jesica.

De acuerdo con Jesica, su comunidad cuenta con energía eléctrica y la carretera está en reparación, tienen una escuela y un puesto de salud, por eso ella decidió estudiar Enfermería Intercultural, porque quiere regresar a su comunidad y servir en el puesto de salud, ya que allí solo hay una enfermera.

En el internado de URACCAN interactúan un total de 160 internos, la mayoría mestizos, 1 creole, 25 Mayagnas y 15 miskitos, realizando una serie de actividades diarias, entre deportivas, culturales, medioambientales, académicas y extracurriculares, según confirmó la Master Vania Chavarría Vigil, responsable de Bienestar estudiantil de URACCAN las Minas.

Para obtener una beca interna

Por otro lado, Ariel Chavarría Vigil, secretario académico de URACCAN Las Minas, dijo que los aspirantes a una beca en el internado deben ser jóvenes que vengan de las comunidades mestizas, indígenas y afrodescendientes, de escasos recursos económicos y con un buen rendimiento académico. Los requisitos son notas de cuarto y quinto año, aval de la comunidad, certificado de bachiller, una foto tamaño pasaporte, record de policía y la hoja de matrícula.